¿Cómo controlar la ira?
¿Cómo controlar la ira?
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Según la página web psicologiaymente.com
Tomar conciencia de las causas que nos llevan a un estado de ira es
un gran paso para avanzar hacia una buena gestión de nuestros enfados. Aprender
a controlar la ira pasa por aprender a racionalizar algunas emociones e
impulsos irracionales y relativizar las reacciones que nos produzcan algunos
eventos de la vida.
En caso contrario, la agresividad y la ira nos puede conducir a un
estado permanente de alerta que puede generar malas experiencias personales.
Por tanto, uno de los factores claves en el manejo de la ira es el autocontrol,
pero también cabe destacar estos cinco consejos para manejar ira:
1. No acumular
ira sino gestionarla adecuadamente.
Cuando algo injusto sucede y no reaccionamos, vamos acumulando ira y
enfado. Tarde o temprano, todo este enojo que vamos guardando estallará y
puede dar lugar a un episodio de violencia verbal y/o física.
Hay que tener en cuenta que la ira puede ser canalizada, y no
necesariamente a través de patrones de comportamiento asociados a la
agresividad. Por ejemplo, el estado de tensión causado por la ira puede
resultar un elemento motivador para llevar a cabo actividades creativas y de
expresión artística.
2. Evitar la mentalidad de ganador/perdedor.
En muchas ocasiones, nos enfadamos como reacción a
la frustración de no haber logrado algunos objetivos que nos
planteábamos, o cuando algo no ha salido tal como esperábamos. En estos casos,
la empatía es el rasgo distintivo entre aquellos que saben gestionar
la frustración, controlar la ira y aceptar las contrariedades. Debemos evitar
plantear las relaciones interpersonales como un juego en que se gana o se
pierde.
3. Reflexionar acerca de las causas y las consecuencias de nuestra ira.
Pensar en ello y analizar si nuestra reacción emocional es
realmente justificada nos puede ayudar. Muchas veces no pensamos por qué
estallamos en un arrebato de ira, por ejemplo, cuando conducimos un carro y
reaccionamos instantáneamente insultando o haciendo gestos a otros conductores
cuando hacen algo incorrecto.
En ese momento sería vital meditar sobre el porqué reaccionamos de este
modo: ¿has pensado en las posibles consecuencias de tener un episodio de ira
mientras estás conduciendo? Visto así tal vez vale la pena tomarse estas
situaciones de otra manera.
4. Descansar lo suficiente.
Cuando estamos agotados física o mentalmente, nuestras reacciones de ira
y los impulsos agresivos son más frecuentes y tenemos menos herramientas para
gestionarlos. Por este motivo es necesario descansar y dormir las horas necesarias, mínimo 8 horas y descansar bien.
Además, existen varios momentos del día en que somos más vulnerables a
estallar de ira, y eso varía de una persona a otra. Somos capaces de controlar
la ira cuando estamos descansados, porque podemos analizar mejor las
situaciones.
5. Relajación,
meditación y autocontrol.
La relajación es la mejor manera de prevenir los ataques de ira.
Existen distintas formas de relajarse: practicar deporte, el yoga, la meditación, el mindfulness, tomar un baño de agua caliente, o cualquier método que pase por
distraer la mente y llevarnos a un estado de positividad.
De hecho, en los momentos concretos en que detectamos que podemos tener
una reacción de ira, es una buena idea tratar de respirar profunda y lentamente
durante por lo menos veinte segundos: esto hará que nuestro cuerpo se
desintoxique de la negatividad y la ira que sentimos.
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