Escucha Activa
¿Cómo desarrollar la capacidad de escuchar activamente?
Según la página web: psicologiaymente.com
La escucha activa es una habilidad que puede ser adquirida y desarrollada con la práctica. Como su nombre lo indica, se refiere a escuchar activamente y con conciencia plena. La escucha activa no es oír a la otra persona, sino, estar totalmente concentrados en el mensaje que el otro individuo intenta comunicar.
A continuación, se muestran las señales verbales y no verbales de la escucha activa, para que puedas adaptarlas a tu estilo comunicativo.
Señales no verbales
Contacto visual
Esto muestra a la otra persona que se está prestando atención a lo que dice y siente la persona que nos esta hablando, además, puede mostrar sinceridad. Combinar el contacto visual con otras señales verbales y no verbales, muestran interés por lo que la otra persona está expresando.
Sonrisa ligera
Esto asegura al interlocutor que la información que está transmitiendo está siendo bien recibida y le motiva a seguir hablando. Por tanto, sonreír actúa como reforzador, además de dar un mensaje de empatía a la persona a quien estamos escuchando.
Postura corporal receptiva
La postura da información del que escucha al que habla. En el proceso de comunicación la persona que escucha activamente tiende a inclinarse ligeramente hacia adelante.
No distracción
El oyente activo no se va a distraer, pues su atención está puesta en las señales verbales y no verbales que emite el hablante.
Señales verbales
Emitir palabras de refuerzo o cumplidos
Este tipo de verbalizaciones refuerzan el discurso del hablante al transmitir que uno valida su punto de vista. Frases como “lo hiciste muy bien”, “me gusta cuando eres sincero” o “debes ser muy bueno jugando ese deporte”, muestran atención por parte de la persona que escucha. Pese a que estas frases pueden ser positivas, no hay que usarlas en exceso, pues pueden distraer al emisor.
Parafrasear
Hace referencia a verificar o expresar con las propias palabras lo que parece que el hablante acaba de decir. De esta manera, es posible que el emisor informe al receptor si este último ha entendido bien el mensaje. Un ejemplo de parafrasear puede ser: “¿Quieres decir que te sentiste de esta manera...?”.
Resumir
Una persona que domina la habilidad de la escucha activa suele resumir lo que le acaba de comunicar el otro interlocutor. Esto ayuda a dejar claro que se entiende el punto de vista del otro antes de exponer el suyo propio.
Hacer preguntas
El oyente puede demostrar que ha estado atento al hacer preguntas relevantes. De esta manera puede clarificar la información que ha recibido y mostrar interés por lo que el emisor intenta comunicar.
Amigas y amigos, poner en práctica estas claves de la escucha activa servirá para mejorar nuestra comunicación.
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