Eliminar el Estrés
¿Cómo eliminar el Estrés?
Según la página web psicologia-online.com
El cerebro
es un experto buscador de amenazas. Cuando las encuentra, dispara una respuesta
cuyo objetivo es ayudarnos a sobrevivir ante el peligro. Cuando hablamos de
este mecanismo para afrontar amenazas del entorno, hablamos de estrés. Pero
¿qué es el estrés? ¿Es tan malo como se piensa? ¿Cuándo es malo? Y, sobre todo,
¿podemos hacer algo al respecto? La respuesta es sí.
En psicología el estrés, es el nivel de activación del organismo. Esta activación tiene por objetivo ayudarnos a adaptarnos al entorno. Por tanto, es una respuesta normal ante estímulos de peligro o presión.
Cómo desestresarse en minutos
Cabe
mencionar que resulta útil en momentos puntuales para reducir la activación,
sin embargo, para aprender a gestionar el estrés, es necesario un trabajo un
poco más profundo.
Los y las
profesionales explican estos cinco pasos para que las personas sepan cómo
desestresarse en cinco minutos, cuando están en casa, en el
trabajo o en cualquier lugar.
1. Frena
El estrés
puede ser tu aliado, siempre y cuando no supere el límite. Así que, para no
seguir activándote, detente. Date cuenta de que te estás dejando llevar por tus
pensamientos. Vuelve al presente, aquí y ahora.
2. Respira
La respiración
diafragmática conlleva múltiples beneficios, pero el que aquí nos
atañe es que este tipo de respiración informa a tu cuerpo de que no hay
peligro.
Realiza
respiraciones profundas: inspira durante 4 segundos, aguanta el aire 2 segundos
y exhala el aire a través de la boca durante 7 segundos. Para ello, siéntate en
una posición cómoda, coloca una mano encima de tu abdomen y otra sobre el
pecho.
3. Toma consciencia de tu cuerpo
Analiza cada
parte de tu cuerpo, detecta las partes que estén tensas y relájalas. Las partes
más típicas son la frente arrugada y los hombros tensos.
4. Estírate
Mueve el
cuerpo y relájalo, realiza suaves movimientos con la cabeza para destensar los
músculos cervicales, mueve los brazos y los hombros.
5. Sonríe
Está comprobado que tanto la postura corporal como la expresión facial retroalimentan el estado de ánimo. Eso significa que si tu postura es tensa y tienes el ceño fruncido, alimentas el estrés, mientras que, si adoptas una postura corporal relajada y una expresión facial amigable, alimentas la calma.
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